Las propias compañías propietarias de las instalaciones nucleares españolas reconocían hace unas semanas unos costes de generación de en torno a 52 euros por megavatio hora. Ese sería el coste medio. ¿El beneficio? Pues el precio promedio del megavatio hora en el mercado diario mayorista de electricidad español en el año 2024 ha superado holgadamente los sesenta euros (63,04 €/MWh, es decir, que estaríamos hablando de una rentabilidad del 20%). Pero ese es el precio promedio. Hay franjas horarias a lo largo de todos los días en las que los precios en el mercado mayorista superan los 70 y los 80 y los 90 euros. Hoy mismo, durante once franjas horarias el precio supera los 100 euros el megavatio hora, y en todas esas franjas opera la nuclear, por lo que parece lógico el interés de Endesa e Iberdrola por prorrogar la "vida útil" de sus centrales.
La misiva enviada por ambas compañías al Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, competente en materia de Energía, ha sido encajada en todo caso por el Gobierno como una mera "declaración de intenciones" y no como una "petición formal".
En el marco de este periodismo de globo sonda, filtraciones y fuentes no del todo identificadas, un diario de la prensa sepia madrileña aseguraba esta mañana que las compañías habrían propuesto revisar el calendario de cierre nuclear, tocando algunas fechas intermedias, pero manteniendo la fecha final de cierre (2035).
La situación sería la siguiente: Endesa e Iberdrola estarían solicitando una prórroga para Almaraz hasta 2030 (la central tiene dos reactores nucleares; uno debe parar en 2027; el otro, en 2028, según el "protocolo de cese ordenado de explotación" acordado en 2019 entre las compañías propietarias del parque nuclear nacional y la Administración General del Estado).
Pues bien, esa modificación implicaría -según el diario sepia- una bajada de la denominada tasa Enresa (los pagos para financiar el coste de gestionar los residuos y desmantelar las centrales) del 18% al dividirse la recaudación por más años de producción. Almaraz es propiedad de Iberdrola, que controla casi el 53% de esa propiedad; Endesa, 36%; y Naturgy, 11,3%.
Naturgy y EDP no aparecen en la foto
Fuentes del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico han confirmado que han recibido la carta relativa a la prolongación de la vida útil de varias centrales nucleares de Endesa e Iberdrola, pero no firmada ni por Naturgy ni EDP, que son las otras dos compañías que suscribieron el protocolo de cierre alcanzado en 2019, que prevé la clausura del parque nuclear español entre 2027 y 2035.
En varias centrales, como la de Almaraz que forma parte de la sociedad Centrales Nucleares Almaraz-Trillo (CNAT), hay una comunidad de bienes que obliga a la unanimidad de los partícipes, con independencia de su porcentaje de participación.
Según la agencia Europa Press, "fuentes ministeriales" sostienen que la modificación del acuerdo de 2019 iría "en perjuicio de consumidores y ciudadanos, al reducir la tributación de las instalaciones y otras medidas económicas".
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y la ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Sara Aagesen, han abierto en los últimos tiempos la puerta a estudiar una ampliación de la vida útil de las nucleares, aunque dejando claro que con condiciones.
A principios del pasado mes de mayo, Sanchez afirmó en el Congreso de los Diputados que la prórroga de la actividad de las centrales nucleares más allá de 2035 dependía de tres criterios.
El primero es que la prórroga garantice la seguridad de los ciudadanos, el segundo que sea económicamente viable y que lo costeen los "ultrarricos que presiden esas energéticas" y no salga del bolsillo del contribuyente y el tercero es que la medida garantice la seguridad del suministro eléctrico. "Tres criterios que me parecen absolutamente de sentido común", subrayó.
Tanto Iberdrola como Endesa se han mostrado ya claramente dispuestas a ampliar la vida de la central nuclear de Almaraz, siempre que se den las condiciones propicias para ello. También Naturgy ha respaldado una ampliación de esta central hasta 2030 para, posteriormente, repensar el futuro de la nuclear en España.
No obstante, la fiscalidad que pesa sobre la nuclear es uno de los grandes temas que las compañías propietarias piden poner sobre la mesa a la hora de abordar esta extensión.
Un reciente estudio de EY señala que España es el único país que cuenta con figuras impositivas adicionales sobre las centrales nucleares, como el impuesto sobre la producción del combustible nuclear gastado y los residuos radiactivos o las ecotasas autonómicas, los cuales suponen 9,2 euros por megavatio hora (MWh).
En concreto, el estudio, que compara la fiscalidad y los mecanismos de financiación del desmantelamiento y la gestión de residuos radiactivos en siete países europeos con programas nucleares consolidados -España, Reino Unido, Bélgica, Francia, Finlandia, Suecia y Suiza-, destaca que el impuesto sobre la producción de combustible nuclear gastado y residuos radiactivos y las ecotasas, que no hay en otros países, no tienen como destino específico cubrir ningún coste asociado a la operativa nuclear.
Estos tributos forman parte de la carga que tienen los operadores de España, la cual se estima en un total de 27,3 euros/MWh brutos (28,6 euros/MWh netos), calcula el informe.
A pesar de esa presuntamente pesada carga impositiva, Iberdrola ha producido en 2024 en la central nuclear de Almaraz más del doble de electricidad que en todos sus parques eólicos.
La compañía por cierto ha declarado en 2024 el mayor beneficio neto de toda su historia: 5.612 millones de euros, un 17% más que en 2023, año que ya fue histórico en ese sentido (véanse aquí sus Resultados 2024).
Con Endesa ha sucedido lo mismo. La compañía italiana (Endesa pertenece al grupo Enel) tiene en sus centrales nucleares su principal fuente de electricidad. Generó el año pasado en ellas más de 24.000 gigavatios hora de electricidad.
Mucha más electricidad nuclear que renovable (17.000 GWh, sumadas hidráulica, eólica y fotovoltaica) y mucha-mucha más electricidad nuclear que metanera. Endesa produjo el año pasado en sus centrales térmicas de ciclo combinado, que queman gas natural para generar electricidad, 13.000 GWh, muy lejos de los 24.000 nucleares.
La italiana también ha cerrado, como Iberdrola, un curso 2024 espectacular. O con unos "sobresalientes resultados", según su consejero delegado, José Bogas.
Entre las cifras clave del balance 2024 que presentó hace unas semanas la empresa, la más significativa es quizá la referida al resultado bruto de explotación (ebitda), que la compañía ha incrementado hasta los 5.293 millones de euros (+40% con respecto a 2023). ¿Otros números clave? Endesa ha declarado 1.888 millones de euros de beneficio neto (+154%) y ha repartido entre sus accionistas un dividendo un 32% mayor que el del curso anterior.
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